La capital brasileña será sede del "retiro" de presidentes que se extenderá por dos días, sin agenda prestablecida

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva recibirá a sus homólogos sudamericanos para dar inicio el martes en Brasilia a un "retiro" que entre otros objetivos buscará reactivar la integración de la región.
Con la excepción de la presidenta peruana, Dina Boluarte, todos los mandatarios sudamericanos, diez en total, confirmaron su asistencia y comenzarán a llegar a la capital brasileña mañana para la primera reunión regional de máximo nivel en casi una década.
El evento tendrá como sede el Palacio de Itamaraty, joya arquitectónica rodeada de agua diseñada por Oscar Niemeyer y sede de la cancillería.
Agenda abierta
Luego de ser recibidos uno a uno por Lula, los presidentes se reunirán en dos sesiones -primero con pronunciamientos individuales y luego para un debate informal-, seguidas de una cena en la Alvorada, residencia oficial del mandatario brasileño.
Todas las discusiones serán a puerta cerrada y aún no está garantizada una declaración final con una posición común, informan medios internacionales.
Sin una agenda preestablecida y con un formato reducido -en la sala solo estarán los mandatarios, sus cancilleres y algunos asesores-, la idea del "retiro" propuesto por Lula es que los países puedan discutir con franqueza los problemas comunes.
Le dará a la cita un aire "desacartonado", "con el máximo de conversación posible", dijo a la AFP una fuente de cancillería.
Mecanismo
Según Gisela Maria Figuereido, secretaria brasileña para América Latina y Caribe, el encuentro tendrá tres objetivos.
Los dos primeros son "retomar el diálogo" para buscar una "visión común" y acordar una agenda de cooperación en temas como salud, infraestructura, energía, medioambiente y combate del crimen organizado.
La tercera meta apunta a encontrar un camino para un nuevo mecanismo de integración sudamericana. "Esperamos dar inicio a un diálogo entre todos para volver a contar con un mecanismo de concertación inclusivo, eficaz y permanente que pueda estar por encima de las orientaciones de los gobiernos de turno", dijo el canciller brasileño Mauro Vieira.