Un mes después del sabotaje de cuatro barcos en las costas emiratíes, un suceso similar se ha producido este jueves, en plena escalada de la tensión entre Estados Unidos e Irán. Dos petroleros han sido evacuados después de ser atacados en el golfo de Omán, sin que se sepa, de momento, la causa del ataque.
"Estamos al tanto de un ataque a petroleros en el golfo de Omán. Las fuerzas navales estadounidenses en la región recibieron dos llamadas de socorro a las 6.12 am hora local y una segunda las 7.00 am", señaló Joshua Frey, portavoz de la Quinta Flota de la Armada estadounidense, desde cuya base en Bahréin vigila la estratégica zona. Militares estadounidenses están ya proporcionando asistencia a ambas embarcaciones.
La primera alarma ha sido activada por las Operaciones de Comercio Marítimo del Reino Unido, que depende de la Armada Real británica, tras informar de "un incidente" en el Golfo de Omán. El lugar de este segundo incidente en apenas un mes se halla cerca del estrecho de Ormuz, por cuyas aguas circula anualmente un 40 por ciento del total de petróleo transportado por mar, procedente de los países del golfo Pérsico y en ruta hacia Europa, Asia o América del norte.
LOS TRIPULANTES, A SALVO
Los dos barcos implicados en el supuesto sabotaje son el MT Front Altair, con bandera de las Islas Marshall, y el Kokuka Courageous, de Panamá. Según la agencia estatal de noticias iraní IRNA, los 44 tripulantes de ambos petroleros se hallan ya sanos y salvos en el puerto de Jask, en el sur de Irán. Fueron rescatados por un barco iraní después de arrojarse al mar.
El ministro de Comercio japonés ha asegurado que los dos barcos transportaban "cargamento relacionado con Japón" en mitad del viaje del primer ministro nipón Shinzo Abe a Teherán donde se ha ofrecido como mediador entre EEUU e Irán.
El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, ha tildado el ataque de "sospechoso" y ha subrayado que la propuesta de un diálogo regional para mitigar las tensiones resulta "imperativa".
El Front Altair está a la deriva tras incendiarse. El director general de la compañía, Robert Hvide, ha confirmado que el barco "no se ha hundido". Transportaba 75.000 toneladas de nafta, un compuesto líquido de hidrocarburos intermedios derivados de la refinación del petróleo crudo. Había sido cargado en Emiratos y se dirigía hacia Taiwán.
Por otro lado, "el Kokuka Courageous está a la deriva sin ninguna tripulación a bordo", ha señalado una fuente de transporte marítimo citada por Reuters. Según este testimonio, este barco habría sufrido un ataque en el que se habría empleado una mina marina. "El Kokuka Courageous permanece en la zona y no corre peligro de naufragio. La carga de metanol está intacta", ha señalado un portavoz de BSM Ship Management, dueño del carguero.