En Jujuy hoy es el aniversario de la emancipación política declarada en 1834 de la Gobernación de Salta, tras la batalla de Castañares. Nuestra CP declara la autonomía como principio constitucional, el partido de gobierno (PJ) reafirma la autonomía económica y la soberanía política como bases fundacionales de un gobierno justicialista; sin embargo Jujuy es el estado subnacional de mayor de dependencia de Argentina.
El 18 de noviembre de 1934 el Gral. José María Fascio invadió Salta, en busca de la autonomía jujeña, la cual logró días después cuando el gobernador de Salta José Antonio Fernández Cornejo en un tratado público la admitió.
Pero, mucho tiempo ha pasado desde aquella legítima conquista de vecinos notables de San Salvador de Jujuy sobre todo, que entendieron la necesidad de poseer recaudaciones propias, como sucedía con las cajas reales en la colonia, y el control aduanero durante la emancipación para la supervivencia de un proyecto de sociedad. Nuestra constitución provincial, preexistente a la nacional, también revela en la autonomía económica y política los cimientos del estado jujeño.
La constitución nacional, reconocerá la autonomía de las provincias preexistentes, que conformarán las provincias Unidas del Sud, garantizando un sistema distributivo denominado federal. En la misma línea el Partido Justicialista, que se eleva sobre tres banderas constitutivas, “soberanía política, autonomía económica y justicia social” reforzará el horizonte autonómico de inspiración occidental “Estado Ciudad”.
Sin embargo, Jujuy señalada a lo largo de la historia nacional, por su desliz unitario, fue en la línea histórica perdiendo determinación, enajenando sus institutos políticos hasta reducirlos a una administración de tal dependencia, que hoy al Sr. Gobernador lo llaman “Delegado”.
Sencillamente con una recaudación fiscal local que solo cubre el 8% del presupuesto (15.000 millones de pesos 2015), es imposible sacar los pies del plato. Por ejemplo, en estos días todas la actividades del gobernador se desempeñan en CF, donde busca denodadamente fondos para atender el “Bono de fin de año”, de lo contrario no habrá noche buena en Jujuy, dada la virulencia creciente por el reclamo del sector público, que sabiendo que la provincia es un desierto productivo; es conocido por basta experiencia que las mieles de la obsecuencia dan más frutos que la actividad privada.
Por eso, en Jujuy, celebrar el día de la Autonomía Política, ha devenido en una contradicción insostenible. Los estados subnacionales en el planeta avanzan hacia bloques de integración, como además sus soberanías son atendidas en todos sus aspectos de demanda, para reforzar objetivos históricos y sociales contemporáneos.
La dependencia, es una contradicción a toda la historia de la provincia y los pasos institucionales que se dieron para alcanzar la "autodeterminación de los pueblos", en Jujuy es a pesar de las declaraciones, es todavía -una materia pendiente en ejercicio y derecho-.
Pero Jujuy, lejos de poseer un proyecto político para ampliar ofertas laborales locales, de manera de cerrar el grifo de éxodos, solo posee como horizonte, la eternización del kirchnerismo y la petrificación de los planes sociales, sin los cuales el Modelo impuesto por Edurado Fellner, no resiste ni un solo día.