Tal como sucedió semanas atrás, Cristina Kirchner abrió el debate con una 'chicana' a la oposición que decidía el tiempo de cada orador: "Si a mí me encanta escucharlos hablar", expresó con ironía.
Tal como sucedió hace unas semanas atrás con el senador Esteban Bullrich, Cristina Kirchner volvió a abrir una Sesión del Senado con una 'chicana' a la oposición. En esta ocasión se la notó molesta por una discusión en torno al tiempo de los oradores de Juntos por el Cambio, ante la insistencia para que organicen sus minutos la vicepresidenta de la Nación expresó con ironía: "No, si a mí me encanta escucharlos hablar".
La sesión especial tuvo lugar ayer en horas de la tarde, allí se aprobó la remoción de tres jueces que investigan causas de corrupción ligadas a Cristina Fernández de Kirchner en la causa 'Cuadernos'. Más allá del resultado, otro aspecto llamativo ocurrió al inició del debate parlamentario, cuando la presidenta del Senado intentaba organizar los tiempos de oración que tendría cada bloque. Bajo ese marco, Fernández de Kirchner mantuvo un cruce con los senadores Martín Lousteau y Luis Naidenoff.
Aprobaron la remoción de tres jueces que investigan a Cristina Kirchner.
“Me dicen por Secretaría que van a dar la discusión ahora y después se retiran. Entonces, lo que pueden hacer, todo el tiempo que tienen para la sesión hablen todo el tiempo que quieran. Eso sí, si van a utilizar todo el tiempo que tienen para la sesión solamente pueden hablar durante este tema. Cuénteme qué quieren hacer, a ver”, indicó Cristina Kirchner a Lousteau, quien se quitó el barbijo para responderle: "No es contarle qué queremos hacer, es contarle cómo es el DP8...”.
Al intentar seguir con su explicación, Lousteau fue interrumpido por la vicepresidenta: "No, no, perdón, perdón, ¿le pregunto sabe por qué, senador? Porque como hubo muchas vueltas, pidieron sesión especial, después dijeron que no la querían, por eso le pregunto que me y nos explique qué quieren hacer. Es por eso, no es peyorativo, obedece a lo que pasó en el día de la fecha, gracias".
"Lo entiendo perfecto, con respecto a las sesiones especiales pedidas. Lo que pasa es que la convocatoria, en nuestro entender, estaba mal hecha, tenía un error o tenía una trampa", contestó Lousteau que luego agregó: "Con respecto al uso de la palabra, la DP8 y la DP12 dicen que el tiempo se asignará proporcionalmente y cada uno de los bloques distribuirá internamente cómo se utiliza". Fernández de Kirchner respondió sin titubeos y algo molesta: "Es exactamente lo que acabo de decir. Hay algunos problemas cuando uno está pensando en lo que va a decir y no escuchando al que está hablando".
Al cabo de una última explicación, el senador opositor cerró: "Perfecto, presidenta, gracias", a lo que Cristina Kirchner respondió irónicamente: "No, no tiene que darme las gracias, es lo que corresponde. Esto es un delivery, usted lo pide, usted lo tiene".
Luego de otro intercambio de palabras apareció en escena Luis Naidenoff, jefe del interbloque opositor: "No es una cuestión de lo que se quiera sino de lo que corresponde. Si somos cuatro o cinco oradores los que vamos a hablar por Juntos por el Cambio, fuimos claros de prorratear el tiempo en función del uso de la palabra. Si hay un exceso de 5 o 10 minutos no hay inconvenientes".
La vicepresidenta volvió a responder molesta: “Debe ser culpa mía que no sé hablar bien y no se entiende cuando hablo, porque no tengo las facultades tan explicativas que tienen otros. Es lo que estoy diciendo desde que me senté acá. Lo único que quiero es que me digan cuánto quiere hablar cada uno, nada más”.
Agregó también: "El senador Lousteau ya indicó que quiere hablar 20; la senadora Machado, 15. ¿Cuánto quiere hablar Naidenoff?. Le hago la suma. Puede hablar 85 minutos, senador Naidenoff. Le digo para que tengamos en cuenta cuánto puede hablar. Yo le pongo acá 85 minutos; si habla menos, bienvenido".
Naidenoff contestó: "No, va a ser un aporte, voy a hablar menos. Quédese tranquila". “No, si a mí me encanta escucharlos hablar”, culminó la vicepresidenta.