A los 95 años, falleció el propietario de la principal compañía nacional productora de azúcar y papel del país, quien estuvo durante más de cuatro décadas al frente de la empresa.
A los 95 años, falleció el empresario Carlos Pedro Blaquier, quien estuvo durante varias décadas al frente de la empresa Ledesma, el ingenio azucarero jujeño y el más importante del país, que además cuenta con una importante participación en los mercados de frutas y jugos cítricos, alcohol, bioetanol, carne y cereales. Según trascendió, estaba internado en estado delicado desde hacía 20 días.
Blaquier fue durante 43 años consecutivos presidente de la empresa, con más de 100 años: presidió la compañía desde 1970 hasta 2013. También fue miembro de su directorio por más de 50 años.
En noviembre de 2011, asumió como presidente honorario de la Sociedad Científica Argentina. También fue miembro fundador de la Fundación Sanmartiniana y del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), y miembro titular vitalicio de la Sociedad Argentina de Historiadores. Fue autor de 24 libros de historia, historia de las ideas y filosofía.
En 2013, pidió a la asamblea de accionistas de Ledesma que no lo reeligieran como presidente a causa de su avanzada edad. Desde entonces, ocupa el cargo uno de sus hijos, Carlos Herminio Blaquier.
Blaquier padre era miembro de una de las familias más aristocráticas del país, hijo de María Esther Estrugamou Guillón -descendiente de una familia de origen francés- y de Carlos Félix Miguel Blaquier Álzaga.
Nacido el 28 de agosto de 1927, estudió en el colegio Champagnat, egresó del Instituto Superior de Filosofía y se doctoró en Derecho y Ciencias Sociales en la Universidad de Buenos Aires. Además, la Universidad Pontificia Lateranense de Roma le otorgó el Doctorado “Honoris Causa” en Filosofía.
Estuvo casado con María Elena “Nelly” Arrieta Wollman, quien falleció a finales de 2020 y con quien tuvo cinco hijos. Fueron sus suegros -Herminio Arrieta y Paulette Wollman- los que decidieron que Blaquier ocupara en 1970 la presidencia de Ledesma, sucediendo a Arrieta en la conducción de la firma.
Ya en ese entonces, Ledesma era una compañía pujante y promisoria, pero fue durante su mandato que logró convertirse en la principal empresa del norte argentino y en una de las más importantes del país.
En realidad, la empresa pertenecía a la familia de su primera esposa, pero Blaquier aportó varias estancias, la mayoría provenientes de los Álzaga, familia de la que es descendiente.
Según informó Ledesma luego de su fallecimiento, Blaquier siempre se mostró agradecido y supo reconocer el trabajo de sus predecesores.
“Lo difícil es hacer la base sólida; esa no la hice yo, la hicieron (Enrique) Wollmann y Arrieta. Yo construí sobre buenas bases; si no hubiera tenido buenas bases se habría venido todo abajo”, manifestó durante los festejos del centenario de la empresa, en 2008, recordó la compañía en el comunicado.
De acuerdo a la firma, su gestión se destacó por tres aspectos emblemáticos: el crecimiento de la producción, la diversificación integral del negocio y el compromiso con la comunidad.
La gestión de Blaquier
Así, durante el período en el que presidió la empresa, Ledesma duplicó su producción de azúcar, cuadriplicó la producción de papel y aumentó la producción de alcohol de 21,2 millones a 70 millones de litros, de los cuales 60 millones se destinan a la producción de etanol.
En tanto, y además de aumentar la escala, Blaquier también avanzó en un segundo eje de gestión: el de la integración junto con una diversificación acotada en negocios que tuvieran sinergias con los tradicionales. Gracias a esta estrategia, Ledesma desarrolló diversos negocios:
• El agropecuario, que actualmente se desarrolla en Las Provincias de Buenos Aires y Entre Ríos.
• La actividad citrícola, que permitió a Ledesma convertirse en el principal productor y exportador de naranjas del país.
• La producción de jarabes de fructosa y otros productos derivados de la molienda húmeda de maíz en San Luis. En 2020, Ledesma le vendió esta unidad a Cargill.
• La fabricación de cuadernos y repuestos escolares, en San Luis también, que permitió a Ledesma liderar el mercado de cuadernos de la Argentina.
• La producción de energía. Esta integración se plasmó en 1994 con el ingreso de Ledesma en el consorcio productor de gas de Aguaragüe. Además, la producción de bioetanol a partir de la caña de azúcar le permitió a Ledesma participar en el mercado de biocombustibles desde 2010.
Durante el período en el que presidió la empresa, Ledesma duplicó su producción de azúcar, cuadriplicó la producción de papel y aumentó la producción de alcohol.
Asimismo, y como tercer eje de su gestión, Blaquier profundizó el compromiso de Ledesma con la comunidad, especialmente en Jujuy, donde se encuentra el Ingenio Ledesma, corazón de la empresa.
“La transformación de Ledesma y la integración con la comunidad que lideró el Dr. Blaquier se plasmó en la fuerte inversión de la compañía en el desarrollo económico y social local. Se crearon viviendas, escuelas y hospitales; y lo que en 1962 era un pueblo de 3 mil habitantes, se transformó en 1980 en una ciudad de más de 38.000 personas”, destacó la empresa en el comunicado.
En la década del '70, y liderada por Blaquier, Ledesma construyó el hospital de El Talar, y mejoró y amplió los de Calilegua y Ledesma; como así también edificó escuelas primarias, secundarias y terciarias a las que actualmente concurren alrededor de 1.300 alumnos por año.
En 2012, la empresa encaró el Programa de Acceso a la Casa Propia, un plan de construcción de 1.000 viviendas para los empleados de la empresa y sus familias, que concluyó en 2015.
Blaquier también fue pionero en el cuidado del medioambiente. En 1975, donó las 76.000 hectáreas que en la actualidad constituyen el Parque Nacional Calilegua, y en la primera década del siglo XXI comprometió la preservación de 100.000 hectáreas de bosques nativos vecinos al ingenio, una superficie equivalente a cinco veces la Ciudad de Buenos Aires. Además, diversificó la matriz energética de Ledesma, lo que permitió que la mitad de su energía provenga de fuentes renovables.
A su vez, avanzó en la modificación paulatina del modelo de conducción que caracterizó a Ledesma a lo largo de un siglo: el liderazgo personal del presidente dio lugar a una conducción colegiada del directorio, de tal manera de facilitar una transición ordenada y adecuada a los nuevos tiempos y la asunción de una nueva generación al comando de la empresa.
Además, Blaquier creó la empresa Pacuca, una de las principales productoras de carne porcina, fiambres y embutidos de la Argentina, con su emblemática marca Cabaña Argentina.
“El legado de Carlos Pedro Blaquier va más allá de Ledesma: nos deja una visión de país, el ejemplo del esfuerzo y del trabajo cotidianos, su prédica en favor de la industrialización y de la integración, su permanente optimismo a pesar de las adversidades, su vocación por la excelencia y su profundo amor por la Argentina”, concluyó la nota de Ledesma que lo homenajea.