La movilización transcurrió de manera controlada durante la tarde y las organizaciones desconcentraron en paz. Sin embargo, en el cierre alrededor de 50 personas avanzó sobre el operativo policial.

La marcha que se realizó esta tarde en apoyo al reclamo de los jubilados y pensionados alrededores del Congreso transcurrió sin incidentes que revistan mayor gravedad. Sin embargo, en el epílogo de la movilización, un grupo de alrededor de 50 personas continúa en Plaza Congreso agrediendo al cordón policial que sostiene una valla frente al Congreso.
Antes, la jornada se vivió en general con clima de control, sin desmanes, en el marco de un fuerte despliegue de las fuerzas de seguridad.
Participaron en la marcha organizaciones políticas, sociales, sindicales y piqueteros. También ciudadanos autoconvocados.
Si bien la movilización en apoyo a los jubilados se desarrolló en forma pacífica a lo largo de la jornada, pasadas las 19 horas un grupo reducido se reunió frente a una valla dispuesta en calle Rivadavia, una de las laterales del Congreso, e intentó generar desmanes.
En efecto, varios manifestantes con caras tapada comenzaron a patear las vallas, les arrojaron palos y piedras a los agentes de la policía que se encontraban detrás y hasta intentaron lanzar llamas con aerosoles.
Comenzó la desconcentración de la marcha de jubilados con algunos incidentes entre manifestantes. Luego de varias horas de movilización, las organizaciones que concurrieron a marchar en favor de los jubilados se retiraron en su mayoría. Continúan en Plaza Congreso grupos autoconvocados.
Aunque el clima fue de tranquilidad en la jornada, marcado por el fuerte operativo montado por el ministerio de Seguridad, sobre el final se produjeron algunas peleas entre personas por distintos motivos.

En la esquina de Rivadavia y Rodríguez Peña un hombre forzó una valla y generó la reacción de otros manifestantes, que lo acusaron de querer generar violencia en forma adrede, para perjudicar el espíritu del reclamo. Allí se observaron imágenes de escaramuzas. Todo se dio sin intervención de la policía y la secuencia no derivó en un desborde mayor.
Luego de varias horas de movilización en la que no se registraron incidentes de gravedad - a excepción de algunas peleas aisladas - distintos grupos que participaron de la marcha en apoyo a los jubilados comenzaron a desconcentrarse.
Luego de una presencia notoria en todos los alrededores del Congreso, pasadas las 18.30 la calle Irigoyen comenzó a lucir despejada.
También caminaban por diferentes arterias ciudadanos autoconvocados que habían concurrido a expresar su apoyo al reclamo del sector pasiva por el bajo nivel de los haberes.