La vicepresidenta fue la única oradora en el acto por los 20 años de la llegada de Néstor Kirchner al poder. “Me odian, me persiguen y me proscriben porque nunca fui de ellos”, lanzó. Las definiciones más resonantes.

A 20 años de la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia y en medio de la tensión interna por la definición de las candidaturas en el Frente de Todos (FdT) de cara a las elecciones nacionales, Cristina Kirchner le habló a la militancia en el acto que encabezó en la Plaza de Mayo esta tarde lluviosa en el microcentro porteño.
Sin la presencia de Alberto Fernández, quien no fue invitado al homenaje y viajó a Chapadmal tras participar esta mañana del Tedeum del 25 de mayo en la Catedral metropolitana, el evento comenzó antes de lo establecido por la fuerte lluvia que registra en este momento la Capital Federal.
Pese a la expectativa con respecto a quiénes serán los candidatos del oficialismo, las definiciones electorales no llegaron este jueves patrio. De lo contrario, Cristina se refirió.
Entre sus frases más resonantes, estuvo un ataque a la Corte Suprema de Justicia, a la que tildó de "un mamarracho indigno". "Aquella Corte a la que Néstor pidió formalmente se le hiciera juicio político, al lado de este mamarracho que tenemos hoy e indigno, nunca se escucharon y vieron las cosas que se saben y que nos enterámos todos los días. Por favor, los argentinos se merecen tener una Corte Suprema de Justicia que sea llamada como tal sin ponerse colorado", afirmó la vicepresidenta.

"Aunque me quieran matar y meter presa, nunca voy a ser de ellos. Soy del pueblo", aseguró, recordando el magnicidio ocurrido en agosto pasado. "El problema que tenemos es la distribución del ingreso. Y miren, créanme que para distribuirlo muchas veces hay que ponerle carita fea a los que tienen mucho. No se trata de confrontar", sostuvo.
Y continuó: "¿O por qué se creen que en mi segundo gobierno pudimos llegar al 51%? o ¿por qué creen que me odian, me persiguen y me proscriben? Por eso: porque nunca fui de ellos ni lo voy a ser. Hagan lo que hagan, aunque me quieran matar, meter presa, nunca voy a ser de ellos. Yo soy del pueblo y de ahí no me muevo”.
También apuntó a quienes "quieren terminar con el kirchnerismo". "Hay que volver a renovar ese pacto. Cuando escucho que hay que acabar con el kirchnerismo, me pregunto: '¿por qué llegar al exterminio del otro?'. Se los digo como parte de una generación que fue devorada por la violencia. No puede haber un argentino de bien que no se oponga a esas prácticas horribles", remarcó.
Asimismo, criticó al macrismo. "A pesar de los errores, este Gobierno es infinitamente mejor al que hubiera tenido Macri", enfatizó, y afirmó: "Quiero ser absolutamente sincera y decir las cosas de frente march, porque algunos comentaristas de la realidad deben estar diciendo '¿ahora cómo estamos?'. Todos saben las diferencias que he tenido y que tengo y que no es necesario explicitarlas".
"Lo dije un 20 de diciembre en La Plata: después de la pandemia hubo crecimiento. Pero ojo. Les dije: 'Cuiden los precios de la economía porque el crecimiento se lo van a llevar cuatro vivos' y pasó que se lo están llevando cuatro vivos porque la Argentina volvió a crecer", admitió.

En materia económica, planteó: "Es necesario construir organización, profundidad territorial de la organización, sectorial en sindicatos y fábricas, una sola persona no puede. Tiene que haber cuadros que tomen la posta y lleven adelante el programa de gobierno que necesita el país. La Argentina necesita imperiosamente tres o cuatro ejes sobre los que desarrollar ese programa".
Con el cántico "Una más y no jodemos más", Cristina cerró su discurso una hora después y sin definiciones: "Gracias por el cariño y el amor que es lo que me ha sostenido en pie. Sin el amor, sin los rosarios, sin Dios y sin la Virgen, seguramente no estaría acá. Muchas gracias a todos y a todas, los quiero mucho