Los ronquidos son una problemática que afecta a muchas personas. Para identificar por qué se producen, un médico debe evaluar los signos y síntomas que la persona presenta y si historia clínica, además, es posible que el especialista realice un examen físico, detalla la Mayo Clinic en una publicación.
El médico también podría consultar a la madre o la pareja del paciente cómo son los ronquidos para tener mayor información sobre la problemática.
En cuanto al tratamiento de los ronquidos, el médico podría aconsejar cambios en el estilo de vida del paciente, entre estos están:
- Bajar de peso
- Evitar el consumo de alcohol cuando se acerca la hora de dormir
- Tratar la congestión nasal
- Evitar la falta de sueño
- Evitar dormir boca arriba
Tratamientos médicos
Hay ocasiones en las que los ronquidos se presentan acompañados de de apnea obstructiva del sueño (AOS), un trastorno del sueño potencialmente grave, que hace que la respiración se detenga y se reanude repetidamente durante el sueño.
En estos casos, el médico puede hacer las siguientes recomendaciones:
- Artefactos bucales: Son piezas bucales a medida que ayudan a adelantar la posición de la mandíbula, la lengua y el paladar blando para mantener abiertas las vías aéreas.
Si es necesario el uso de una pieza de este tipo, será necesario también consultar con un especialista dental para optimizar el calce y la posición del artefacto. Se requerirá además que un especialista del sueño verifique que el artefacto bucal funciona correctamente.
Al utilizar aparatos de este tipo, es posible que se deban hacer consultas dentales al menos cada seis meses durante el primer año, y luego anualmente para verificar el estado del calce y evaluar la salud bucal.
Entre los efectos secundarios que podrían presentarse con estos artefactos son la salivación excesiva, la sequedad bucal, el dolor de la mandíbula y las molestias faciales.
- Presión positiva continua de la vía aérea (CPAP). Esta opción implica emplear una máscara sobre la nariz o la boca al dormir. Esta envía aire presurizado desde una bomba pequeña que se encuentra al lado de la cama hacia las vías aéreas con el fin de mantenerlas abiertas durante el sueño.
La CPAP desaparece los ronquidos y se usa principalmente para tratar los sonidos relacionados con la AOS.
Aunque la CPAP es el método más confiable y efectivo para el tratamiento de la AOS, hay quienes la consideran incómoda o tienen dificultades para adaptarse al ruido o la sensación que provoca el aparato.
- Cirugía de las vías aéreas superiores. Existen algunos procedimientos que, mediante una variedad de técnicas, tienen el objetivo de abrir las vías aéreas superiores y evitar que se estrechen al dormir.
Uno de estos es el llamado uvulopalatofaringoplastia (UPFP), en este se aplica anestesia general y el cirujano tensa y recorta el exceso de tejido de la garganta, como si fuera un estiramiento facial para la garganta.
También se puede recurrir al llamado avance maxilomandibular (MMA), que mueve la mandíbula superior e inferior hacia adelante, lo que ayuda a abrir la vía aérea. Durante la ablación de tejido por radiofrecuencia se utiliza una señal de radiofrecuencia de baja intensidad para encoger el tejido en el paladar blando, la lengua o la nariz.
En una nueva técnica quirúrgica llamada estimulación del nervio hipogloso, se aplica un estímulo en el nervio que controla el movimiento de la lengua hacia adelante, de manera que esta no obstruya la vía aérea al inhalar.
En cada paciente la efectividad de estas cirugías es distinta y difícil de predecir.
Consejos para evitar y aliviar los ronquidos
La Mayo Clinic señala que existen remedios caseros o cambios que podemos realizar en nuestro estilo de vida para aliviar la problemática de los ronquidos. Estas son algunas de las recomendaciones:
- Adelgazar si se tiene sobrepeso: Quienes tienen sobrepeso pueden tener tejido extra en la garganta que contribuye a los ronquidos. Adelgazar puede ayudar a disminuir los ronquidos.
- Cambiar la forma de dormir: Lo recomendable es dormir de lado, ya que al acostarse boca arriba, la lengua cae hacia atrás a la garganta y se estrechan las vías respiratorias, además obstruye parcialmente el flujo de aire. Si descubres que siempre terminas durmiendo boca arriba en la mitad de la noche, prueba coser una pelota de tenis a la parte posterior de tu pijama.
- Subir la cabecera de la cama: Elevar la cabecera de la cama unos 10 cm puede ayudar.
- Tiras nasales o un dilatador nasal externo: Las tiras nasales aplicadas en el puente de la nariz contribuyen a incrementar el área de las fosas nasales y a mejorar la respiración. Un dilatador nasal es una tira nasal rígida que se aplica, de manera externa, sobre los orificios de la nariz y puede ayudar a disminuir la resistencia del flujo de aire para que respires mejor. No obstante, las tiras nasales y los dilatadores nasales externos no son eficaces para las personas con apnea del sueño.
- Sanar la congestión u obstrucción nasal: Tener alergias o el tabique nasal desviado puede limitar el flujo de aire a través de la nariz. Esto te obliga a respirar a través de la boca y aumenta las probabilidades de roncar.
No es recomendable usar un descongestionante oral o en aerosol por más de tres días seguidos por una congestión aguda a menos que te lo haya indicado el médico. El uso prolongado de estos medicamentos puede causar un efecto de rebote y empeorar la congestión.
Probablemente sea necesaria una cirugía para corregir un defecto estructural en las vías respiratorias, como el tabique nasal desviado.
- Evita el alcohol y los sedantes: Es recomendable dejar de lado las bebidas alcohólicas al menos dos horas antes de acostarte. Los sedantes y el alcohol deprimen el sistema nervioso central, lo que ocasiona una relajación excesiva de los músculos, incluso los tejidos de la garganta.
- No fumar: La suspensión del consumo de tabaco puede disminuir los ronquidos, además de tener muchos otros beneficios para la salud.
- Descansar adecuadamente: La cantidad de horas de sueño recomendadas para cada persona varía según la edad. Los adultos deberían intentar dormir, al menos, de 7 a 8 horas por noche. Los niños en edad preescolar deben dormir de 11 a 12 horas al día. Los niños en edad escolar necesitan dormir, al menos, 10 horas por día, y los adolescentes, de 9 a 10 horas por día.