Los accidentes por electrocución en la vía pública y baldíos en nuestra provincia son comunes y, generalmente las víctimas resultan ser niños, ancianos y ebrios.
Normalmente los adultos esquivan estas verdaderas trampas urbanas que muchas veces permanecen así por días, meses y años, sin que nadie haga algo al respecto.
En diciembre se denunció por redes sociales que algunas luminarias, luego de los arreglos navideños que montó la Municipalidad, estaban destapadas debido a robos constituyendo un grave peligro. La Municipalidad tomó inmediata cartas en el asunto.
Esperamos que las autoridades de la empresa de energía siga el ejemplo y que no vuelva a repetirse esta triste historia.