"Voy a poner una bomba y los voy a hacer volar a la mierda". Así amenazó la dirigente social ultrakirchnerista Milagro Sala a dos policías, en una comisaría de la capital de Jujuy, por lo que fue imputada por la Justicia.
La jefa de Tupac Amaru, diputada provincial kirchnerista y candidata al Parlasur habría increpado en octubre del año pasado a dos efectivos de la comisaría de Alto Comedero, al exigir que le devuelvan bolsones de ropa que habrían sido robados, asegura una expediente judicial.
Según la denuncia judicial, Sala habló con los policías por teléfono, cuando su abogado se presentó en la comisaría para exigir la devolución de la ropa. "Manga de maricones", habría sido una de las frases de la dirigente, que arremetió: "Van a tener noticias porque voy a poner una bomba y voy a hacer volar a todos. Pasa que ustedes son una manga de incompetentes. Cuando les ponga yo una bomba me van a conocer a mí. Los voy a hacer volar a la mierda".
Sala fue imputada por el fiscal Gustavo Araya el 15 de diciembre y citada a declarar tres veces este año ante el juzgado de Ricardo Grisetti. La última fue poco días atrás: el 31 de agosto último debería haber comparecido para conocer su imputación y para que designe abogado un defensor. Pero según trascendió en medios jujeños, la dirigente kirchnerista faltó.
El abogado de los uniformados, Gastón Morales, ratificó esta mañana las amenazas de Sala. "La amenaza fue: 'Ustedes me van a conocer a mí. Yo soy Milagro Sala'", parafraseó el letrado en diálogo con radio Cadena 3.
Molares detalló que la mujer "amenazó a los policías en un concurso real, en una misma secuencia".
La polémica ya se metió en la campaña. La primera candidata a diputada al Parlasur por Cambiemos, Mariana Zuvic, reclamó hoy que Sala responda a los insistentes llamados de la Justicia o que sea llevada por la fuerza pública para declarar en indagatoria.
"El proceder de Sala muestra a las claras la tragedia institucional de Jujuy: actúa de facto como fiscal, jefa de policía, jueza y gobernadora", sostuvo Zuvic en un comunicado.
CÓMO FUE
De acuerdo con la denuncia, el 13 de octubre de 2014, Milagro Sala, con la supuesta colaboración del abogado Alberto Bellido, habría amenazado de muerte, a través de una comunicación vía teléfono celular, a dos oficiales de la Policía de la Provincia que se negaban a entregar bultos de ropa supuestamente robada que –por orden del fiscal Gustavo Araya- permanecía en la comisaría.
Los hechos se habrían iniciado cuando una mujer que, mientras pasaba supuestamente por la feria de Avenida 19 de Abril, habría observado ropa que le habría sido robada meses atrás. Vendedora y denunciante terminaron en la comisaría, ante esto, Milagro Sala habría pretendido resolver la situación de otra manera, exigiendo la devolución de la ropa a la supuesta damnificada, que, "casualmente”, tendría domicilio en el barrio Tupac Amaru.
La primera llamada intimidatoria se habría producido contra un oficial de la policía. El modus operandi habría sido el siguiente: Bellido, habría ingresado a la oficina del policía y le habría "pasado” su teléfono, manifestándole al uniformado: "La Milagro quiere hablar con vos”.
El policía le habría respondido que "espere”, pero ante la supuesta insistencia de Bellido, tomó el celular y habría escuchado los gritos de una voz que aparentaba ser de Milagro Sala. Además de proferir todo tipo de insultos tales como "manga de maricones”, la diputada habría expresado: "Van a tener noticias porque voy a poner una bomba y voy a hacer volar a todos”.
El uniformado, luego de escuchar lo antes expuesto, no habría querido seguir con la comunicación y le habría devuelto el celular al abogado.
Unos 20 minutos después, otra oficial de alto rango de la misma seccional, habría recibido una llamada telefónica de un celular. Un sujeto le dijo que le iban a hablar. De inmediato, escuchó la voz de una mujer. "¿Sabés con quién estás hablando?”, le dijeron. La mujer policía respondió que no y la voz habría revelado: "Soy la diputada Milagro Sala”.
Posteriormente la voz en el teléfono comenzó a insultar a los policías de la Seccional 56 porque supuestamente no querían entregar la ropa a su dueña y habría dicho: "Pasa que ustedes son una manga de incompetentes. Cuando les ponga yo una bomba me van a conocer a mí. Los voy a hacer volar a la mierda”.
La denuncia judicial registra un tercer acto intimidatorio. Tras ser supuestamente amenazada por Sala, la mujer policía habría recibido una llamada del mismo número del cual la habría llamado con anterioridad la diputada Sala, pero esta vez le habló alguien que se identificó como "el encargado de la Tupac Amaru”, quien se quejó del trato de la comisaría al barrio Tupac y amenazó con ir a manifestar a la misma.
SALA NO SE PRESENTA ANTE LA JUSTICIA
Frente a estos hechos, el fiscal de Investigación Penal N° 6, Gustavo Araya, concluyó el 15 de diciembre de 2014 que existían motivos suficientes para imputar a Milagro Sala "por el supuesto delito de amenazas” (dos hechos en concurso real) previsto y penado por el artículo 149 Bis del Código Penal de la Nación, en función del artículo 55° del mismo código.
Araya llegó a esa conclusión argumentando que Milagro Sala habría intentado "infundir miedo” a sus víctimas, ya que así los amenazados "se sienten menos libres y se abstienen de muchas cosas que, sin ese temor, habrían realizado tranquilamente”, dijo el fiscal en su escrito.
"Resulta con claridad que la Sra. Diputada Milagro Amalia Ángela Sala de Noro, vía telefónica, desarrolló una serie de conductas típicas que configuran el delito de amenazas, tanto en el primer hecho, por intermedio de su asesor legal, Dr. Alberto Bellido, así como en el segundo llamado al número particular de la funcionaria policial”, sostuvo Gustavo Araya.
Pero además dijo que las amenazas proferidas por Milagro Sala son "más graves aún” por el cargo que ocupa como diputada provincial y, como tal, "tiene la obligación moral y ética de conducirse conforme a los carriles de respeto, tolerancia, prudencia, que le impone la convivencia democrática y su deber cívico”.
Hasta ahora, no se presentó en el Juzgado de Control N° 2, a cargo de Ricardo Grisetti, para conocer causa de imputación y prestar declaración indagatoria. La primera citación judicial fue para el 6 de mayo de 2015, pero presentó un certificado médico tras haber sido sometida a una operación en el hospital Italiano de Buenos Aires. Luego, fue convocada para el 18 de junio, pero días previos presentó una nota diciendo que nuevamente no iba a poder asistir. "Debido a la invitación efectuada por Su Santidad el Papa Francisco I, debo trasladarme a la Ciudad de Roma, Italia, a efectos de participar de la Misa de Sanación a celebrarse el día viernes 26 de junio del corriente en la Santa Sede, regresando a nuestra provincia los primeros días del mes de julio”, dice una nota firmada por puño y letra de la diputada.
Según trascendió, en esos días los abogados de Sala solicitaron casi simultáneamente que el juez disponga la "mediación entre las partes”, hecho que no conformaron desde la Tupac Amaru o el Frente Unidos y Organizados.
El 18 de junio (el día que debía realizarse la audiencia) el juez Grisetti, resolvió hacer lugar al pedido de declarar "mediable” la causa, debido a que el magistrado consideraba que no existían "razones de interés público prevalentes en la persecución penal que haga inviable esta solicitud”, expresando a la vez su deseo de que la diputada "se haga cargo de la reparación en la medida de lo posible y que disipe el conflicto sin necesidad de un juicio y una sentencia”.
El 18 de agosto último, caída que estaba la instancia de mediación, Sala fue citada nuevamente por la justicia para hacerle conocer la imputación (de qué se la acusa) y para que designe abogado defensor, debía presentarse el 31 de Agosto para tal fin, pero Milagro Sala no se presentó. En consecuencia, una de las posibilidades existentes es que el juez librara oficio a la Legislatura para que la diputada sea conducida a comparecer con el auxilio de la fuerza pública.















