El 13 de marzo de 2013, Jorge Mario Bergoglio fue elegido como Sumo Pontífice en el Vaticano. Fieles y dirigentes políticos celebraron la década del argentino al frente de la Iglesia Católica.

Este lunes, se cumplen 10 años de la elección del jesuita argentino Jorge Mario Bergoglio como el papa Francisco. A lo largo de su pontificado ha sido marcado por algunas reformas a la Iglesia Católica y diversos viajes fuera de Italia. Los principales líderes políticos del oficialismo y la oposición se unieron en una carta colectiva, lo que cerró por un instante la grieta.
Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner, Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal, además de funcionarios, gobernadores, referentes sindicales y de movimientos sociales como también artistas, firmaron la misiva en la que expresaron “admiración y cercanía” por su obra a favor de la Humanidad.
La noche de su elección, desde el balcón de la Basílica de San Pedro, Francisco dio la primera muestra de la cercanía con los fieles, que mostraría desde entonces. Y, en un gesto inédito, pidió que fuera “el pueblo” allí presente quien lo bendijera.
En sus primeras palabras, ante una Plaza San Pedro colmada, reivindicó su origen latinoamericano y reconoció que sus “hermanos cardenales” habían llegado “casi al fin del mundo” para cumplir la tarea de dar al mundo un nuevo obispo de Roma, título principal de los Papas.
El Papa prometió una reforma de la Iglesia como eje central de sus primeros años en el cargo. En 2013, creó un consejo de cardenales para que lo asesorara en la redacción de una nueva Constitución Apostólica con la que dar las herramientas jurídicas y de organigrama a su proyecto de evangelización.
El rol de Francisco
Nueve años después, en marzo de 2022, promulgó finalmente “Prediquen el Evangelio”, la Carta Magna con la que le elevó a Dicasterio (ministerio) al trabajo de Evangelización dentro de una serie de cambios con los que busca “hacer más eficaz” la labor de las oficinas vaticanas.
A lo largo de estos 10 años, la reforma de la Curia de Francisco estuvo también centrada en una renovación del Colegio cardenalicio, a través de la elección de purpurados jóvenes y de países no tradicionales. Ante caso de muerte o renuncia del Papa, son los cardenales que al momento tengan menos de 80 años los encargados de reunirse en cónclave a designar a un sucesor.
En ese marco, tras haber creado 122 cardenales en ocho consistorios, hasta inicios de marzo el 60% de los purpurados con menos de 80 años fueron designados por Francisco. El cambio fue notorio: en 1920, el 90% del total provenían de Italia y el resto de Europa; mientras que desde 2022 los nacidos allí representan apenas una cifra por arriba del 40%.
Sus viajes fuera de Roma son otra de las formas con la que Francisco llevó adelante su magisterio. Fue paradigmático su primer viaje como Papa, en julio de 2013, a la isla italiana de Lampedusa, y con el que puso en el centro del debate una problemática que continúa hasta hoy como es la crisis de refugiados y las responsabilidades de recepción de inmigrantes por parte las potencias.
Entre los 40 viajes que realizó fuera de Italia, el que hizo en septiembre de 2015 a Cuba y a Estados Unidos es uno de los de mayor impacto, ya que supuso la coronación de la actividad diplomática de la Santa Sede para lograr el histórico deshielo entre ambos países y durante el que dio un discurso en el Congreso estadounidense en el que se refirió a temas como la inmigración, la pena de muerte y la tenencia de armas.
Un año antes, Francisco había viajado a la denominada Tierra Santa, para una visita a Israel, Jordania y Palestina centrada en el diálogo interreligioso.
En 2021, en plena pandemia de coronavirus, el Papa realizó otro de sus viajes de mayor impacto, cuando se convirtió en el primer pontífice de la historia en llegar a Irak para una visita de tres días centrada en el rechazo a la guerra y a toda forma de colonialismo, y durante la que vio con sus propios ojos la destrucción causada por la ocupación del denominado Estado Islámico en ciudades como Mosul.
Con 86 años cumplidos en diciembre pasado, Bergoglio alcanza su primera década como pontífice recuperado de los problemas en su rodilla derecha que en 2022 lo hicieron postergar viajes y suspender audiencias y con una agenda de actividades y visitas fuera de Italia en la que ya trabaja, incluso para 2024.