Eduardo Belliboni, referente de Unidad Piquetera, acusó a Emilio Pérsico, funcionario y líder del Movimiento Evita, de “cambiar a los compañeros por plata”. Afirma que el “ahorro” que tiene el Estado al no abonar unos 160.000 planes, en realidad es desviado a las cooperativas vinculadas al Frente de Todos en pleno año electoral
Las organizaciones de izquierda, enroladas en la Unidad Piquetera, denunciaron que las cooperativas vinculadas a los movimientos sociales oficialistas —como el Evita y Barrios de Pie, conducidas por los funcionarios del ministerio de Desarrollo Social, Emilio Pérsico y Daniel Menéndez— se benefician con el millonario presupuesto que el Estado se ahorra de girar a los titulares del programa Potenciar Trabajo. Aseguran que esos espacios reciben los fondos de los beneficiarios que fueron dados de baja por tener incompatibilidades o por no haber realizado la validación de identidad que ordenó la ministra Victoria Tolosa Paz. La trama no es sencilla, pero es de fácil comprensión.
El decreto 728/2022 firmado por el presidente Alberto Fernández y varios de sus ministros, entre ellos la de Desarrollo Social, y la de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Raquel “Kelly” Olmos, dispone —en su artículo sexto— que “no podrá ampliarse el número de titulares” del Programa Nacional de Inclusión Socio-productiva y Desarrollo Local “Potenciar Trabajo”, “Potenciar Inclusión Joven”, “Nexo” y “Plus Esencial”. Y aclara en ese sentido: “El ahorro que eventualmente se produzca será destinado a las unidades de gestión productiva, exclusivamente para la adquisición de bienes de capital, ello en el marco de la normativa que rige los programas que prevén transferencias para dichos fines y de la que dicte la autoridad competente para su debida implementación”.
En palabras llanas, el dinero que debía ir a los bolsillos de los entonces beneficiarios de esos planes sociales es redireccionado a la adquisición de máquinas, herramientas e insumos para las Unidades de Gestión, como cooperativas, que en la mayoría de los casos pertenecen a los movimientos sociales oficialistas.
Las partidas presupuestarias son direccionadas hacia los “convenios” que se firman en la cartera social y su aprobación queda a criterio de los titulares de las secretarías a las que correspondan esos proyectos. Entre ellas destaca la Secretaría de Economía Social que está a cargo de Emilio Pérsico, uno de los principales dirigentes del Movimiento Evita y hombre de confianza de Alberto Fernández.
Pérsico, desde su secretaría, está a cargo de la administración del presupuesto anual del Potencia Trabajo que es el más voluminoso del ministerio de Desarrollo Social, en total, su secretaría maneja $594.285.915.597, de los cuales $590.981.978.110 pertenecen al Potenciar Trabajo.
La cifra toma una dimensión mayor si se tiene en cuenta que para la totalidad de la cartera a cargo de la ex diputada, el congreso aprobó un presupuesto de algo más de un billón de pesos: $1.169.156.152.175.
Eduardo Belliboni, líder del Polo Obrero y referente de la Unidad Piquetera denunció que como los convenios entre Desarrollo Social y la Unidades de Gestión son “autorizadas a dedo” la mayoría de los beneficiarios son las cooperativas “que pertenecen al Movimiento Evita y Barrios de Pie”. El líder piquetero también sumó a la lista a “los municipios oficialistas que también también son Unidades Ejecutoras y suelen y utilizar los planes sociales como mano de obra barata y para las campañas electorales”.
“Emilio Pérsico cambia a los compañeros por dinero”, acusó Belliboni y explicó: “Nosotros, desde la Unidad Piquetera, tuvimos una reunión en la que estaba el jefe de Gabinete de la ministra (Marcelo Javier García) y Emilio Pérsico, en dónde los dos ratificaron que a las casi 160.000 personas que no pudieron validar su identidad como beneficiarios del Potenciar se les va a pagar la mitad en febrero y van a ser dados de baja, de manera definitiva, a partir de marzo”.
Luego, agregó: “Pérsico justificó esto, diciendo que la plata que van a dejar de percibir la gente más pobre, no va a ir para pagar al FMI como decimos nosotros, sino que va a ir a parar a las Unidades de Gestión. Es decir, a ellos. Guita que va a ir a parar a él porque la mayoría de las Unidades de Gestión que reciben plata para comprar herramientas, son de ellos el Movimiento Evita, de Barrios de Pie. Las nuestras no salen nunca. Este es un aprovechamiento de la gente de las organizaciones que están vinculadas al gobierno justamente en un año electoral como este”.
Belliboni no pone a todos los movimientos sociales enrolados en la oficialista Unión Trabajadores de la Economía Popular en la misma bolsa. Aclara que Juan Grabois, el líder del Movimiento de Trabajadores Excluidos, “está en desacuerdo con las bajas al programa Potenciar Trabajo”.
