La ex mandataria criticó al Presidente por el veto a la reforma jubilatoria y se refirió a los diputados radicales que lo apoyaron en la Cámara de Diputados.

Desde las 16 se espera que Cristina Kirchner encabece un acto en la Universidad Nacional del Oeste El lema del encuentro es “Sigue siendo la economía bimonetaria, estúpido”, una suerte de continuidad de la carta que publicó el viernes de la semana pasada y que tuvo un fuerte rebote en el peronismo y en el mapa político nacional. Tanto que la llevó a protagonizar un ida y vuelta tuitero con Javier Milei.
La ex mandataria criticó al Presidente por el veto a la reforma jubilatoria y se refirió a los diputados radicales que lo apoyaron en la Cámara de Diputados. “Esos cinco radicales que se dieron vuelta claramente porque les compraron el voto, lisa y llanamente y literalmente, pegaron a Milei con la casta también. Pegaron a Milei en la casta que él hablaba, en la casta por la cual pudo joder a los jubilados, esa es la verdad de la milanesa”, dijo.
“Las palabras de un presidente no pueden ser violentas ni simbólicamente”
En su discurso calificó la palabras de inapropiadas y peligrosas, especialmente para los más jóvenes. “Ver a un presidente recurrir todo el tiempo a expresiones como ‘niños envaselinados’, un gesto que no se sabe si es ornalismo o fálico, es preocupante”, afirmó. Kirchner destacó la importancia del ejemplo que deben dar los líderes políticos, señalando: “Los niños prestan atención a esas cosas”, y añadió que en el contexto de un país donde un menor ha desaparecido hace 90 días, este tipo de lenguaje no es aceptable.
Kirchner también hizo referencia a casos recientes de abuso infantil en la política argentina, como la expulsión de un diputado acusado de posesión de material de abuso infantil. “No pueden ser palabras que un presidente pronuncie”, insistió, subrayando la necesidad de que la palabra presidencial sea constructiva y no violenta. “La palabra de un presidente tiene que ser sanadora, no violenta”, concluyó, instando a un cambio de tono y respeto por parte de las autoridades.
“Milei sueña con que la clase media escupa sus dólares”
En un discurso cargado de críticas, Cristina Kirchner arremetió contra las propuestas económicas de Javier Milei, poniendo el foco en su idea de “competencia de monedas” y el impacto en la clase media. “Pasamos a la deflación, quebraron las empresas, todo es un desastre”, afirmó la ex presidenta al describir las posibles consecuencias de las políticas de Milei. “Y ahí tenemos otra cosa, porque parece que se va sacando como el conejo de la galera”, ironizó, refiriéndose a la idea de la competencia de monedas que propone Milei como una solución para la economía argentina.
Kirchner continuó con una dura crítica al objetivo de Milei de extraer los ahorros en dólares de la clase media. “Él sueña con una monetización... escupiendo los dólares que tienen ahorrados”, señaló, explicando que esta estrategia busca que los argentinos utilicen sus dólares para pagar expensas, seguros, colegios, y prepagas, sosteniendo así su nivel de vida. “Como no consiguió los dólares para la dolarización que había prometido, ya no dice dolarización, sino competencia de monedas”, subrayó, poniendo en evidencia lo que considera un cambio en el discurso de Milei. “La cantidad de dólares va a ser tan grande que vamos a poder cerrar el Banco Central”, afirmó, burlándose de la idea de Milei de eliminar la inflación mediante la remonetización de la economía.
Cristina Kirchner le pidió a la CGT abordar el trabajo informal
Cristina Kirchner instó a la CGT a tomar un rol activo en la defensa de la Asignación Universal por Hijo (AUH), destacando su importancia en la redistribución de la riqueza. “La Asignación Familiar o la Asignación Universal por Hijo es muy distributiva, porque es por niño, es por hijo, es una de las políticas más distributivas”, expresó enfáticamente. Kirchner pidió que la central sindical eleve este tema en su agenda, señalando: “Espero que eso pueda ser planteado por la CGT”. Además, aclaró que su postura no es un movimiento táctico, sino una convicción sobre la necesidad de proteger los derechos sociales.
Kirchner también destacó la urgencia de que la CGT reconozca el impacto del creciente trabajo informal en Argentina, que ha generado un nuevo desafío para la representación sindical. “Aunque conservamos la tasa de sindicalización más alta de Latinoamérica, ha surgido un mundo informal”, afirmó. Comparando la situación actual con la época de Saúl Ubaldini, explicó: “En los años 80, el sector informal era mínimo; no existía el monotributo”. Para Kirchner, ignorar esta realidad es un error grave: “No podemos hacer como la avestruz, meter la cabeza en el hoyo”. Invitó a la CGT a reflexionar y actuar ante esta transformación del mundo laboral que afecta a millones de trabajadores sin representación.
“Poder articular pensamiento, palabra y acción con las nuevas demandas, hay nuevas demandas. Fíjense, ¿qué fue el peronismo? Hacerse cargo de las nuevas demandas que había ya por el 45. No podemos quedar atados solamente a esas demandas del 45. El mundo cambió y tenemos nuevas demandas y nadie se tiene que sentir ofendido, al contrario, hay que sentarse en la mesa a cranear cómo hacemos para volver a representar al conjunto de los trabajadores de la República Argentina”, agregó.
“Que te sobre la plata es fantástico, pero la gracia es que la gente coma”
Cristina Kirchner rememoró las crisis enfrentadas durante su gestión, destacando el impacto global de la caída de Lehman Brothers y la crisis financiera de 2008. “A los meses ya no tuvimos un problema en el país, tuvimos un problema en el mundo. Se cayó el mundo. Crisis Lehman Brothers, Tasa Subprime, una crisis que solamente tiene como antecedente la depresión del año 30″, afirmó. Pese al contexto mundial, enfatizó que su gobierno logró mantener el crecimiento económico y la inclusión social, completando un ciclo de superávit fiscal desde 2003.















