Es vergonzoso y lamentable el estado que presenta el sitio del monumento al General Manuel Belgrano sito en inmediaciones de la Vieja Estación.
El lugar en si mismo es un ejemplo del abandono que presentan los hitos edilicios de la ciudad, pues a diario se puede observar que la explanada de lo que fue la Estación del Ferrocarril, hoy un edificio multiuso que ocupan diversos organismos municipales y provinciales, está llena de basura y de personas que ensucian sin tener la saludable delicadeza de limpiar lo que enmugrecen.
Vendedores ambulantes de dudosa higiene, limpiaventanas, y mendigos de semáforo han hecho de este lugar su parada habitual donde venden comida chatarra, arrojan basura y entorpecen el tránsito con risibles números pseudoartísticos a los que nadie presta atención.
Por las noches el lugar atrae más habitués, entre los que llegan cirujas varios y borrachos que no solo dejan el lugar lleno de basura, sino que dañan los vidrios que protegen la estatua del prócer padre de la Bandera.
Refieren empleados de las dependencias públicas que allí funcionan, que cada tanto hay que reemplazar la vidriera protectora de la estatua, porque la rompen, o la vandalizan con grafitti.
No contentos con dejar el lugar hecho una inmundicia, algunos de los habitués de la explandada de la Vieja Estación, entran al recinto de la estatua y arrojan basura, allí mismo.
Es lamentable ver el estado que presenta en algunas mañanas la estatua de Belgrano. Curiosamente al frente de este monumento funciona la Brigada de Investigaciones.
Es por otro lado irónico que la policía y el gobierno destinen personal policial a custodiar domicilios y estudios de funcionarios, algunos de ellos no lo necesitan pues están al lado de algún juzgado federal -donde ya hay custodia de la Policía Federal-, mientras dejan abandonada una estatua que costó dinero del erario público y que no cumple el rol de embellecer la ciudad que debería cumplir debido al estado de abandono que presenta el lugar. Ni hablar del rol de homenajear al Creador de la Bandera, porque tenerlo rodeado de mugre y cajas de vino no es ningún homenaje.
¿Por qué no se destina una guardia uniformada de gala para custodiar este sitio? Se podría implementar una custodia permanente, sea con la Policía de la Provincia, las Fuerzas Armadas, o el personal de protocolo, con cambio de guardia, como en el Palacio de Buckinham, y crear una nueva atracción turística.
Esta explanada de la Vieja Estación, en vez de ser un lugar de atracción turística o un paseo familiar es sede de una runfla de mugrientos.