La propuesta oficial busca vincular los sueldos con la productividad y cambiar la lógica de los convenios colectivos. Todos los detalles en la nota
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El Gobierno consolidó este domingo su poderío en el Congreso a partir de diciembre tras el contundente triunfo en las elecciones legisativas, por lo que se espera que el proyecto de reforma laboral avance tras la nueva confoirmación de ambas cámaras. Esta iniciativa, hasta ahora aunciada y postergada, introduce cambios estructurales en la negociación colectiva, incluyendo la creación de los llamados "salarios dinámicos".Esta figura busca que los ingresos de los trabajadores se ajusten a la productividad y a la situación económica de cada sector o empresa, modificando la función histórica de los convenios colectivos.
El concepto fue expuesto por el secretario de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Julio Cordero, durante el Coloquio de IDEA en Mar del Plata. Según Cordero, la iniciativa pretende flexibilizar las paritarias y adecuarlas a un modelo más ajustado a la realidad económica de cada actividad.
Actualmente, los convenios colectivos establecen salarios mínimos que funcionan como piso para los trabajadores de cada sector. La propuesta oficial busca transformar estos valores en techos de referencia, permitiendo que las empresas acuerden salarios distintos, siempre que no superen los montos pactados sectorialmente.
Este cambio implica que los sindicatos perderían la facultad de considerar los salarios de convenio como garantía mínima para sus afiliados. Cada empresa podría establecer compensaciones específicas en función de su capacidad productiva y financiera.
Salarios dinámicos: ajustes salariales vinculados a productividad
El proyecto también propone eliminar la fijación automática de aumentos por inflación, práctica habitual en los acuerdos paritarios actuales. En reemplazo, los incrementos salariales se calcularían según la productividad, los resultados sectoriales y la situación particular de cada empresa.
Cordero explicó que este enfoque apunta a evitar ajustes automáticos que no reflejen la realidad productiva de cada unidad, con el objetivo de generar aumentos más sostenibles y adaptados al contexto económico.
La reforma introduce la posibilidad de negociar salarios por empresa o región, en lugar de hacerlo únicamente por rama o actividad. Esto permitiría que cada unidad productiva defina mecanismos propios de actualización salarial sin que los acuerdos se trasladen automáticamente a otras compañías del sector.
Asimismo, el proyecto plantea reducir la vigencia de las cláusulas económicas de los convenios colectivos, lo que obligaría a renegociaciones más frecuentes. La medida busca que los salarios se mantengan alineados con la coyuntura económica.
Impacto sobre sindicatos y paritarias
El esquema de "salarios dinámicos" altera el rol histórico de los gremios, cuya función era garantizar un piso salarial uniforme para todos los trabajadores representados. Con la propuesta, los convenios establecerían montos máximos, y los acuerdos particulares podrían situarse por debajo de ese nivel.
Dirigentes sindicales señalaron que la medida podría debilitar la protección colectiva y aumentar la dispersión salarial entre regiones y actividades. Por su parte, cámaras empresariales respaldaron la iniciativa, considerando que la rigidez de los convenios actuales puede dificultar la adaptación a situaciones de crisis económica y que la flexibilidad favorecería la preservación del empleo formal.
El Gobierno sostiene que la reforma no elimina la negociación colectiva, sino que busca dotarla de mayor capacidad de adaptación al entorno económico. Analistas destacan que el principal desafío será equilibrar la flexibilidad empresarial con la protección de los trabajadores, evitando que se amplíen las brechas salariales entre sectores y regiones.
El proyecto genera debate sobre la relación entre productividad y salario, y sobre la capacidad de los convenios colectivos para garantizar derechos laborales en un marco más descentralizado. La implementación de los "salarios dinámicos" requerirá seguimiento y regulación para asegurar que los acuerdos particulares no resulten en condiciones salariales inferiores a las actuales.
El concepto de salarios ajustados según productividad se aplica en distintos países de Europa y Asia, donde se busca vincular los incrementos salariales a resultados específicos de cada empresa o sector. En estos modelos, los convenios colectivos funcionan como referencia y no como garantía mínima, permitiendo cierta flexibilidad en la negociación individual. Expertos en relaciones laborales señalan que la experiencia internacional indica que la adopción de este esquema requiere un sistema de control robusto para evitar abusos y garantizar transparencia en los acuerdos.
Perspectivas y próximos pasos
El proyecto será discutido en el Congreso durante las próximas semanas, donde se espera que los distintos bloques evalúen su impacto sobre la negociación colectiva y la distribución salarial. Organizaciones sindicales y cámaras empresariales ya han manifestado posiciones contrapuestas sobre la medida, lo que anticipa un debate centrado en cómo equilibrar competitividad y derechos laborales.
La reforma apunta a un modelo de actualización salarial más frecuente, vinculado a la productividad y con negociaciones descentralizadas. Su implementación determinará si los "salarios dinámicos" logran adaptarse a la realidad económica de cada empresa sin afectar la protección de los trabajadores.
Fuente IProfesional















