¿REALMENTE SE INVENTÓ LA NACIÓN ARGENTINA?
Breve relato sobre el origen de nuestra “nacionalidad”
Por Lic. Alejandro Domínguez Paredes || Hablar de nacionalidades, en un término moderno y actual, implica remitirnos a un constructo ideológico producto del siglo XIX, precisamente a aquel fenómeno exclusivamente europeo que empezaba a resaltar el origen cultural y social de una determinada población que se caracterizaba como la predominante en un determinado país, en un contexto donde determinada región europea transitaba una configuración territorial que definía las fronteras de cada país (producto de las diversas revoluciones del mismo siglo), lo cual era imperiosamente necesario definir también al componente poblacional que la habitaba, para así definir al país con su propia identidad, diferencia de otras identidades en el continente.
Por otro lado, el surgimiento de las nacionalidades venía a constituir también una herramienta por excelencia para “devastar” así a los “moribundos” y “retrógrados” imperios como el Otomano o el Austrohúngaro, porque las diversas poblaciones que formaban parte de aquellos imperios anhelaban un objetivo político mayor: la independencia.
Justamente, el tema de alcanzar la independencia es lo que se había caracterizado en el antiguo virreinato rioplatense desde que empezó el proceso revolucionario, particularmente en aquellos revolucionarios partícipes en la Primera Junta de gobierno, aunque todavía no todos sus protagonistas compartían la idea de emanciparse respecto de España, lo cual el proceso independentista fue madurando a medida que la guerra contra los “enemigos de la revolución” iba siendo cada vez más tensa.
¿Quiénes fueron aquellos enemigos de la revolución?: pues bien, lo constituía aquellos que eran leales a la corona de España y por lo tanto eran leales a seguir formando parte de la unidad hispánica, tal como lo había estado conformado durante varios siglos.
En este último aspecto, es donde se centra el tema de la reflexión: ¿existía la Nación argentina?, si previo a la emancipación del actual territorio argentino no existía ningún elemento que dotase a una determinada población con caracteres propios, tal como lo había en las poblaciones europeas ya sea en aquellas sometidas a un imperio o a las pertenecientes en países emergentes como Alemania o Italia.
La única nacionalidad, por así llamarlo, que existió durante varios siglos tanto en el actual territorio argentino como en los demás virreinatos de América fue la hispana, que se caracterizaba por un mestizaje, producto de la fusión con la cultura precolombina y afroamericana, lo cual aquel elemento social estaba esparcido por toda la Hispanoamérica.
Entonces, ¿en qué lugar de esa predominante característica social americana se encontraba la nacionalidad argentina?, ¿acaso la nacionalidad argentina era un elemento preexistente a la hispana?, ¿la nación argentina nació a la par del proceso revolucionario de Mayo?, todos estos interrogantes es lo que nunca se plantea en las aulas o en la tradición popular donde solo se exalta a la Nación argentina, sin siquiera plantearse de dónde ha surgido tal nacionalidad, siendo aquél fenómeno europeo tratado desde mediados del siglo XIX por los intelectuales como los pertenecientes a las Generación del 37’, entre ellos Sarmiento, donde se trataba a la Nación argentina siguiendo los mismos parámetros europeos, justamente porque fue en aquel viejo continente donde había surgido tal idea, siendo así que Sarmiento consideraría que parte del elemento nacional argentino debía conformarlo la ciudad, lugar donde se hallaba la civilización y el progreso, en contraposición con el sector rural, siendo ese lugar donde habitaban las poblaciones originarias y otros sectores sociales considerados como parte del estrato bajo.
En ese comienzo de dotar de nacionalidad al territorio recientemente independizado terminaba por excluir a la mayor parte poblacional que lo habitaba, siendo así un largo proceso histórico que abarcaría tanto a los siglos XIX y XX en donde cada sector social excluido reclamaría un lugar como elemento protagónico y determinante en la búsquedas de sus derechos sociales, lo cual si bien nos lleva a diversos contextos de la historia, aun así en el fondo de cada proceso social siempre se gestará la nacionalidad, en constante construcción inclusive en nuestro tiempo presente.
El autor es jujeño, Licenciado y Profesor de Historia
Muy bueno. Ya era hora que alguien escriba estas cosas, que aunque sabidas no las decimos.